miércoles, 25 de mayo de 2011

Islamismo

Los Pilares de l'islam

Constituyen los preceptos fundamentales de esta religión, obligatorios para todos los musulmanes. Son cinco: profesión de fe, oración, limosna, ayuno y peregrinación a La Meca.

La profesión de fe

La shahada o profesión de fe (شهادة [šahāda], ‘testimonio’) es el primero y más importante de los pilares del islam. Condensa lo esencial de la doctrina islámica en la breve frase «no hay más divinidad que Aláh y Mohammad es el mensajero de alah» (traducida a menudo al castellano erróneamente como «no hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta»), lema del islam.
La profesión de fe propiamente dicha, es decir, la fórmula ritual mediante la que una persona profesa su adhesión al islam es una frase algo más larga, pronunciada siempre en árabe, que incluye la anterior y dice:
اشهد أَنَّ لا إله إلا ألله وأَن محمدا رسول الله
Ašhādu anna lā ilāha illā [A]llâhu wa anna Muhammadan rasūlu l-lâh
‘Doy fe de que no hay más divinidad que Dios y Mohammad es el mensajero de Dios.
Mediante esta fórmula el musulmán proclama la unidad y la unicidad divinas. La unidad, porque declara que hay una única divinidad. La unicidad, porque declara que dicha divinidad es esencialmente una
Esta afirmación acompaña a los musulmanes durante toda su vida. Se susurra al oído de los recién nacidos, y a los moribundos se les ayuda a pronunciarla. El dedo índice apuntando al cielo es el gesto que acompaña o incluso sustituye a la shahada.

La oración

La oración o azalá (صلاة [ṣalāt], ‘plegaria, acto de devoción’) es el segundo pilar del islam. Cada musulmán debe rezar cinco veces al día en dirección a La Meca.
Antes de rezar, el musulmán debe efectuar las abluciones. La ablución menor, que es la habitual, consiste en el lavado de cara, manos, cabeza y pies. La ablución mayor, requerida en algunos casos, consiste en el lavado completo del cuerpo. Las mezquitas tienen un lugar, generalmente un patio, donde realizar este lavado ritual. En caso de no disponer de agua, puede practicarse la llamada «ablución seca», frotándose con arena limpia.
No es necesario efectuar el rezo en la mezquita, pues el islam considera toda la tierra igualmente sagrada. Se acude a la mezquita cuando se quiere realizar la oración colectivamente, sobre todo los viernes y en determinadas fechas señaladas. Para rezar los musulmanes se descalzan y, sobre todo fuera de las mezquitas, se sitúan sobre una alfombrilla especial o un trozo de tela u otro material que la sustituya.
La oración se hace en dirección a La Meca, centro espiritual del islam, y dentro de ésta hacia la Kaaba, templo situado en el centro de la mezquita mayor de la ciudad. La dirección hacia la cual se mira al rezar se llama en árabe al qibla (قبلة), palabra que ha dado el castellano «alquibla». En las mezquitas una hornacina indica la dirección de la Meca, y fuera de ésta el creyente tiene que buscar la dirección aproximada guiándose por los puntos cardinales. En los primeros tiempos del islam, todavía en vida de Mahoma, se rezaba mirando hacia Jerusalén.
La oración consiste en la recitación de determinadas fórmulas y versículos del Corán, acompañada de una serie de inclinaciones.
  • Oración del alba (فجر o صبح faǧr' o subh): se hace en el momento de transición entre la noche y el día.
  • Oración del mediodía (ظهر zuhr): se hace antes de que el sol haya recorrido la mitad del camino que separa el cénit del poniente.
  • Oración de la tarde (عصر 'asr): en la segunda mitad de la tarde. Se toma como referencia el color del sol: debe hacerse antes de que el astro adquiera un tono anaranjado.
  • Oración de la puesta de sol (مغرب magrib): poco después del ocaso.
  • Oración de la noche (عشاء isha): durante la noche cerrada, al menos una hora y media después de la puesta de sol.
La limosna

 El Corán se refiere a ella en más de 80 ocasiones.
Los musulmanes deben dar cada año una limosna a las personas más pobres de su comunidad, empezando por familiares y vecinos. El montante del azaque se establece idealmente en una cuarentaava parte de los ahorros (es decir, un 2,5%) siempre y cuando éstos superen determinada cantidad. La limosna puede hacerse en dinero y en especie: no sólo las rentas económicas son computables, sino también el ganado, las mercancías, los minerales extraídos, los frutos y los cereales.
Las finalidades de la limosna son, según la doctrina musulmana, limitar la acumulación de riquezas, purificar el alma de la avaricia y la codicia, ayudar a los pobres y necesitados, crear espíritu de comunidad y ayudar a la creación de obras de utilidad pública como escuelas u hospitales.
Los beneficiarios de la limosna son, en primer lugar, las personas incapaces de asegurar su subsistencia. También se benefician de la misma los recaudadores de la propia limosna, por el trabajo realizado; las personas convertidas recientemente al islam, sobre todo si tienen cierta influencia en su entorno; las personas endeudadas incapaces de hacer frente a sus deudas; los musulmanes que están lejos de sus hogares y no tienen medios para volver y, cuando existía la esclavitud, los esclavos, pues con la limosna se compraba su libertad.

El ayunouna de las características del islam más conocidas entre los no musulmanes. La palabra «ramadán» designa, fuera de la lengua árabe, más el propio ayuno que el mes.
El ayuno se recomienda durante otros momentos del año, pero durante el ramadán es estrictamente obligatorio para todo el que pueda realizarlo. Se efectúa durante todos los días del mes desde la salida hasta la puesta de sol. Modifica sensiblemente la vida de los musulmanes mientras dura: se vive más de noche y la gente se junta para compartir la ruptura del ayuno.

Tiene siete condiciones:
  1. Estar atento al comienzo del mes siguiendo las fases de la luna. Ramadán empieza con el noveno cuarto creciente (هلال hilāl) del año, y hay que procurar verlo en su primera noche. El mes que precede a ramadán es shaabán. Si la noche del 29 de shaabán es nublada y no se puede saber si ha aparecido o no la luna de ramadán (y lo relevante es verla), se considera que shaabán cumple su día número treinta y no se empieza a ayunar hasta el día siguiente.
Tiene siete condiciones:
  1. Estar atento al comienzo del mes siguiendo las fases de la luna. Ramadán empieza con el noveno cuarto creciente (هلال hilāl) del año, y hay que procurar verlo en su primera noche. El mes que precede a ramadán es shaabán. Si la noche del 29 de shaabán es nublada y no se puede saber si ha aparecido o no la luna de ramadán (y lo relevante es verla), se considera que shaabán cumple su día número treinta y no se empieza a ayunar hasta el día siguiente.
  2. La intención (نِيَّة niya). El musulmán debe hacer un acto de intención la primera noche que precede al ayuno (cada noche en la opinión de los más exigentes) para hacer válido el ayuno. La intención consiste en que tome claramente la decisión de ayunar al día siguiente (o el resto del mes según los que no exigen una intención diaria) cumpliendo con la obligación de guardar ramadán. La intención debe ser concreta: no basta con decidir ayunar, sino cumplir estrictamente con el ritual del ayuno de ramadán.
  3. Abstenerse (إمساك emsāk) de hacer llegar algo a propósito al estómago sabiendo que se está en ayunas. Ingerir algo, sólido o líquido, anula el ayuno. Como ‘beber’ y ‘fumar’ se dicen igual en árabe, se entiende que la abstención incluye el tabaco. Si no se hace a propósito o si se hace por olvido, no anulan la validez del ayuno. Hay que estar pendiente del momento exacto en que comienza el ayuno cada día para no ingerir nada en la barrera que separa el tiempo de comer y el tiempo de ayunar, así como al final con la puesta del sol para no romper el ayuno antes de su momento exacto, pues ello anula su validez.

  • Abstenerse de mantener relaciones sexuales (جماع ǧimā‘) durante el ayuno. El ŷimā‘ se refiere a
    la penetración, aunque no haya placer sexual ni eyaculación. Si la relación sexual tiene lugar durante la noche y se amanece sin haber hecho antes la ablución mayor, el estado de ŷanāba (el que deriva de haber mantenido relaciones sexuales) no anula la validez del ayuno.






  • Abstenerse de la masturbación (إستمناء istimnā). Provocar una eyaculación durante el día anula la validez del ayuno.






  • Abstenerse de provocarse vómitos (إستقاء istiqā). El vómito no premeditado no anula el ayuno, si bien se debe procurar expulsarlo bien, evitando volver a tragarlo. Tragar las mucosidades que se generen en los pulmones o en la garganta no anula el ayuno, porque es prácticamente inevitable.






  • No agredir tanto verbalmente como físicamente al prójimo.





  • Están exentos de cumplir con el ayuno los enfermos, los viajeros y embarazadas.

     La peregrinación a La Meca


    El hajg o hayy ( حَجّ ḥaǧǧ) es el quinto pilar del islam. El musulmán debe peregrinar al menos una vez en la

     vida a la ciudad de La Meca, siempre y cuando tenga los medios económicos y las condiciones de salud

     necesarias.
    Se realiza durante el mes de du-l-higga (ذو الحِجّة ḏū al-ḥiǧǧa: ‘el de la peregrinación’, duodécimo del calendario musulmán. Existen peregrinaciones menores que pueden hacerse en otros momentos.
    El ritual de la peregrinación varía ligeramente según se viva en la región de La Meca o se venga de fuera, particularmente el de la sacralización o ihrām, que se hacen a la entrada del territorio sagrado. También las escuelas jurídicas del islam marcan sus propios matices. En términos generales, dura cinco díasMezquita Al-Haram, donde se circunvala la Kaaba y se bebe agua del Pozo de Zamzam, los peregrinos se dirigen a la localidad de Mina, a las afueras de la ciudad. El día siguiente parten hacia el monte Arafat, a 20 km de La Meca, y el tercer día vuelven a Mina. De pina se regresa a La Meca, pasando antes por un lugar donde se realiza el conocido ritual de apedrear tres pilares de mampostería que representan al Diablo. El resto de rituales se realizan de nuevo en la ciudad santa.

    . Tras una primera visita a la
    A menudo los peregrinos aprovechan la peregrinación para hacer a continuación una visita a la ciudad de Medina, donde están enterrados Mahoma y otros fundadores del islam.

    Fiestas Del Islam
    nacimiento del profeta:día 12 del mes 13 se cuentan sucesos de la vida de Mahoma para que la gente piense en él y en sus obras, se leen pasajes del Corán, se recitan oraciones o se cantan canciones sagradas. Algunas personas decoran la casa, se visten de fiesta y organizan procesiones y festines en los que se sirven dulces.
    fin del ayuno, se celebra el final del ayuno al acabar el Ramadán. Los fieles van a la mezquita para dar gracias a Alá por su ayuda durante el ayuno y por sus bendiciones, que son muchas e incluyen el Corán, revelado a Mahoma, según la tradición, en el mes de ramadán. Conmemora el sacrificio de un cordero que Abraham  hizo el lugar de Isaac
    año nuevo musulmán: el primer día del año nuevo no trabajan y recuerdan la hégira o éxodo de Mahoma y de sus compañeros. Por la tarde hay celebraciones religiosas en las mezquitas.Algunos chiíes caminan por la calles cubiertos de sangre de animales para simbolizar su tristeza y dolor.
    noche del poder  hacia el final del Ramadán se celebra la noche en que el Corán fue revelado por primera vez a Mahoma. A semejanza de Mahoma, muchos musulmanes pasan la noche orando en la mezquita.
      sacrificio  La fiesta de sacrifico de cuatro días constituye el clímax de la peregrinación a La Meca. Los peregrinos sacrifican un animal en Mina, un pueblo situado entre Arafat y La Meca, para recordar que Abrahán tenía la intención de sacrificar a su hijo a Dios y que finalmente sacrificó un cordero en lugar de Isaac.
    noche del perdón : se celebra el décimo quinto día del octavo mes. Dios determina el destino de cada persona para el siguiente año. La gente se perdona los pecados mutuamente y pasa la noche en oración.
    viaje de Mahoma al cielo.

    Simbolos Islamicos








    Textos Sagrados
    El coran:
    El Corán es el libro sagrado del islam, que para los musulmanes contiene la palabra del Dios único  revelada a Mahoma , quien se considera que recibió estas revelaciones por medio del ángel Gabriel

    Rituales de l'islam
    El nacimiento e infancia
    Cuando nace un niño, el padre le susurra lo antes posible en el oído derecho la llamada a la oración. Después le pone un poco de miel en la lengua. Desde ese momento el niño es musulmán. A los siete días del nacimiento se celebra una ceremonia llamada aquiqa para poner nombre al niño. También se le afeita el pelo como símbolo de pureza.
    Los niños musulmanes son circuncidados en señal de la alianza de Ibrahim (Abraham) y Dios entre los 8 días y diez años de edad.
    Los niños reciben clases sobre su fe desde muy pequeños.
    En algunos países los niños celebran alrededor de los cuatro años la ceremonia de bismillah, en la que recitan los primeros versos de Corán.

    Matrimonio

    En algunas familias, los padres eligen pareja para casar a sus hijos, aunque los novios pueden rechazarla si no están de acuerdo con la elección.
    Hay dos ritos según los países:
    a) un imán dirige la ceremonia, que puede tener lugar en casa de uno de los novios o en la mezquita, b) los novios se arrodillan de la mano ante el imán y confirman que se casan por voluntad propia. Durante la ceremonia se leen pasajes del Corán, seguidos de oraciones y una bendición. Por último se firma el contrato de boda y el novio da a la novia el mahr, que consiste en joyas, dinero u otros regalos.

    La muerte

    Cuando un musulmán va a morir intenta recitar la chahada, o si no es posible, la recitan los presentes. Después de la muerte hay que lavar ritualmente el cadáver. Esto lo realizan personas del mismo sexo del fallecido que luego lo envuelven en una sábana blanca llamada irma y lo llevan a la mezquita para las oraciones fúnebres. Los musulmanes creen que todos somos iguales y por lo tanto todos deben ser enterrados con ropa de la misma calidad. El cuerpo se coloca sobre el costado izquierdo en un ataúd y se entierra siempre de cara a La Meca.

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